miércoles, 16 de mayo de 2007

Ya es muy tarde...

...para remediar todo lo que ha pasado,
ya es muy tarde para revivir nuestro viejo querer.
Preferible para ti que olvides el pasado.
Ya es muy tarde, si tratas de volver resígnate a perder.

Se ha hecho tarde y ha caído la luz dejándonos en una oscuridad tal que no se adivina cuándo volverá a amanecer. Más de veinte años luchando codo con codo con los mejores, viendo pasar a estrellas riutilantes del firmamento balonmaníticos. De buenas a primeras me vienen a la cabeza nombres como Gislasson, Wenta, Svensson, Perunicic, Kisselev, ... a los que se unen gente de la casa como Salcedo, Pombar, Juanín Aguirregomezcorta, Iñaki Ordóñez.

Todos ellos y muchos más defendieron una camiseta que se paseó con honor por toda Europa. Hoy la realidad es bien distinta: desde que Elgorriaga abandonase su lugar como patrocinador hemos vivido de las ayudas públicas y del apoyo de patrocinadores más pequeños que sólo en contadas ocasiones han permitido al Bidasoa juntar una plantilla acorde con su historia reciente.

Pero este año algo se ha roto. El apoyo de la afición se perdió hace bastante: Irun es una ciudad fría que mira demasiado para el gusto de algunos entre los que me incluyo a la capital. Eso se ha traducido en gradas semivacías y descenso en el número de socios. Y que no me vengan con milongas como hace dos sábados de que el Bidasoa se había vuelto a reencontrar con Irun y con la provincia ¿con la provincia? Está muy ocupada en otro menesteres. Con el Bidasoa estamos los de siempre, y luego están los que van de gorra.

La gota que colmó el vaso caía ayer. El presidente se despachaba a gusto sobre la actitud de los jugadores y en los últimos días han salido en la prensa noticias que dejan a las claras que la salvación es un imposible: el equipo lleva tres meses sin cobrar y la semana pasada amenazó en firme con un plante, el entrenador siente que es discutido por muchos y hace tiempo que ofreció la cabeza, varios jugadores tienen apalabrado el cambio de camiseta, ...

Por tanto, Bidasoa está abocado al descenso salvo milagro (tengo fe todavía). Pero eso no es lo más grave. Mucho peor es la situación social y económica en que pueda quedar. Ahí se verá si la ciudad de Irun y la provincia están con ese equipo que lo ganó todo en su día.

Que Dios reparta suerte.