viernes, 24 de agosto de 2007

En capilla

Agosto va terminando lo cual tiene su parte buena y su parte mala, como todo. Lo positivo es evidente... VUELVE EL FÚTBOL. Servidor se amolda a cualquier tipo de acontecimiento deportivo retransmitido por radio o televisión y el verano es fenomenal para disfrutar de las regatas de traineras (aunque este año algunos más que disfrutar estamos padeciendo con la trainera verde, que no acaba de carburar), de la pelota, etc, pero un domingo sin fútbol... c’est ne pas la même chose.

Lo reconozco, soy un auténtico enfermo futbolero (a algunas mentes simples no nos da para más) por lo que esta tarde he estado poniéndome en situación para lo que viene repasando cortes radiofónicos del año pasado y viejos recortes de periódico de tiempos más gloriosos.

Ya lo dijo Ruben Darío: «Juventud divino tesoro/¡ya te vas para no volver!». Desde luego la gloria de algunos se fue a por tabaco y no se supo más de ella. Pero bueno, como hombre de fe que soy (y viendo además que seguimos conservando la vieja tradición de subir a Begoña a honrar a la Amatxu) apuesto por una buena campaña, por recuperar pasito a pasito el lugar preeminente que la Historia nos reservó hace ciento nueve años o, al menos, hacer bien las cosas que, dentro de nuestras creencias, podemos llevar a cabo (y eso que no confío mucho en los gestores actuales, que me parecen muy cercanos a los carteros).

Me conformo con no tener que pasar agonía semejante a la del año pasado, cuando los domingos tocaban misterios dolorosos y los lunes dolor de cabeza. Amén.

domingo, 19 de agosto de 2007

Una noche en la ópera: ¡Qué grande es el Cine!

Hoy es uno de esos días señalados en la efeméride cinematográfica puesto que se cumplen 30 años del fallecimiento de Groucho Marx. Como ocurriera entonces, y a pesar de la relevancia del personaje, los medios de comunicación se han acordado discretamente de la fecha a diferencia de lo sucedido con el aniversario de la muerte de Elvis Presley. El 19 de agosto de 1977 Estados Unidos y parte del extranjero seguía todavía conmocionado por la pérdida del rey del rock y la muerte de Groucho pasó de puntillas.

No vamos a hablar aquí de la biografía del hombre del falso bigote y el andar vacilón, puesto que está todo dicho y quien quiera podrá encontrar suficientes referencias. Simplemente una recomendación: acérquense a la filmografía de los Marx y al mundo que los rodeó, historias tan increíbles (algunas de ellos incluso inventadas por el propio Groucho) como las de los hermanos sólo podían dar lugar a películas como las que hicieron.

Algunos, los que sólo saben beber de las exquisitas fuentes del humor y el cine en toda su pureza, todavía los seguirán despreciando y dirán que eso no es cine; puede que así sea, que sus películas sólo sean una excusa para la verborrea e irreverencia de Groucho, la picaresca de Chico y el humor físico de Harpo (a quien el propio Buster Keaton ayudó a preparar alguno de sus gags); que sea humor de vodevil (al fin y al cabo, las acciones y chistes que tan espontáneos parecían en las películas habían circulado previamente por todo el país para ser moldeados y mejorados en función de la respuesta del público de los teatros.

Da igual. Las películas de los hermanos Marx ocupan un lugar en el imaginario popular y cada vez que se visionan se puede descubrir algo nuevo. Si os da miedo el blanco y negro o pensáis que los números musicales están de sobra en la película, puede que tengáis razón, pero eso no debe ser óbice ni cortapisa para darles una oportunidad.

Y para empezar por algún lado, nada mejor que “Una noche en la ópera”, película con no menos de media docena de escenas cómicas memorables y que la mayoría conoceréis:
-La parte contratante de la primera parte será considerada como la parte contratante de la primera parte.
-La escena del camarote.
-...

Además la película es recomendable por partida doble, ya que además de la parte de la risa, incluye grandes escenas de la ópera “Il trovatore” de Verdi. Disfrutadla, y si puede ser, hacedlo en versión original, porque algunos de los números cómicos pierden al ser doblados al castellano.

P.D.: Por supuesto, no podría de faltar una de las innumerables citas que nos dejó Julius: “En las fiestas no te sientes jamás; puede sentarse a tu lado alguien que no te guste”.