Las ventanas de casa abiertas de par en par, el disco con las marchas del Alarde a todo trapo, la ropa preparada para hoy y para mañana, todo un año condensado en una semana larga y dos días tan grandes que hacen que me estremezca mientras escribo estas líneas.
Un recuerdo para todos aquellos que por razones de estudio o trabajo no pueden estar y un saludo para todos los que, atendiendo a razones humanitarias, me han permitido estar donde todo irunés debe hallarse en estos días, en su casa.
Días de mucho ajetreo, habrá que alimentarse bien (el filete y los huevos de mañana a las cuatro y media de la mañana serán antológicos). Que San Pedro y San Marcial nos acojan bajo su manto.
Gora Irun! Gora San Marcial!
viernes, 29 de junio de 2007
Suscribirse a:
Entradas (Atom)