sábado, 31 de diciembre de 2011

Urtezarreko gabian gu gaude lengo legian

Un año más toca a su fin y no seré yo quien en este momento se ponga a hacer balance del por muchos considerado como annus horribilis, sino que como en un post mellizo a este escrito hace cuatro años es hora de lanzar una invitación a cantar, como cada 31 de diciembre, las coplas de Urtezar: Dios te salbe, ongi etorri, gabon Jainkuak diyela, legiarekin kunpli dezagun urte berriaren bezpera.

Como dije en su día se trata de coplas que, aunque actualmente tienen un ámbito reducido (hay mucha gente del entorno que se asombra cuando contamos que en Irun y alrededores se sale a cantar con el día de hoy), se han cantado en gran parte de la geografía vasca con motivo de Santa Águeda o San Silvestre, e incluso coplas muy parecidas se han empleado para las Toberas (cantos que anunciaban las bodas). Así lo dice por ejemplo el escritor Orixe cuando afirma: "Euskalerria'n geienean, ahapaldi berdintsuak esaten dire, eta bakan izanen dire errian beintzat ez dakitzenak".

La transmisión oral de estas coplas a lo largo de decenas de años (incluso varios siglos, como apuntan los estudios) ha hecho que, a la hora de recogerlas sobre papel se hallen numerosas variantes al haber amoldado las coplas originales a las peculiaridades de la fecha y lugar en que se cantaban, aunque en todos los casos se mantenían ciertas formas comunes en la forma de cantarlas:

1. Comenzar con un verso dedicado a la Virgen (en el caso de Urtezar)
2. Coplar a todos los de la casa en un orden determinado: etxeko nagusia, etxeko andrea, seme-alabak zaharrenetik hasita, ...
3. Terminar con un verso de agradecimiento en caso de que la limosna haya sido buena, o en caso de que haya sido escasa o inexistente, en un verso que repruebe dicha conducta: Ematekotan emazu, bestela ezetz esazu, ate ondoan hotzak hiltzera amak ez gaitu bialdu!

Como muestra de lo que son estas coplas, tres documentos sonoros para cerrar el año y desear que el nuevo sea lo mejor posible para todos:

1. El grupo Oskarbi, en su disco de 1976 Olentzero, reprodujeron las coplas recogidas por Azkue en Lapurdi y Zuberoa.


2. El coro Gazteluzahar de Hendaia, en su disco Berri on batekin aportan coplas nuevas a la vieja tradición.


3. Pantxoa eta Peio, en su disco Oles ta oles, en la canción del mismo nombre recogen un puñado de estas coplas con una melodía distinta.


miércoles, 23 de noviembre de 2011

Las manualidades no son para mí

Continuando con la saga iniciada hace tiempo bajo el título "La ciudad no es para mí" que tanta hilaridad provocó en el respetable, echemos un vistazo a otra de esas cosas que se supone vienen de serie con las personas, cosa que no ocurre en el caso de un servidor: las destrezas manuales.

Se preguntarán: ¿Cuál es el susedido en concreto? ¿Se ha vuelto a estropear la inducción? No, disfruto de una flamante cocina de la que salen buenos manjares. ¿Será el cambio de un enchufe? Tampoco, una cosa es que me autodeclare torpe y otra que se me acuse de no distinguir la fase del neutro (¡qué grandes clases de "electrocución en la vivienda!). Hablo de algo mucho más sencillo a priori y que seguro todos ustedes han hecho alguna vez: cambiar una rueda pinchada en el coche.

En una situación de éstas es cuando uno se da cuenta de que el aprendizaje verdadero se demuestra en base a las competencias que se han adquirido (perdón, pero aquí me sale la vena docente y el síndrome Bolonia). Debería ser obligatorio cuando nos disponemos a obtener el permiso de conducir además del teórico y el práctico, una parte de mantenimiento del vehículo, porque si no se puede tornar todo complicado.

En primer lugar, hay que localizar la rueda de repuesto y el gato. Esto es sencillo, salvo que la rosca que sujeta dicho neumático de socorro lo haya apretado Hulk Hogan, que nos obliga ya a la primera sudada.

En segundo lugar, aflojar ligeramente las tornillos de la rueda pinchada mediante la llave dispuesta a tal efecto en el vehículo. ¡Caramba! No encaja la boca de la llave en los vasos de la rueda. ¡Mecagüen la ensaladilla rusa! Voy a ser yo el tonto al que le han metido la llave equivocada. Pues no, es que los tornillos llevan unos embellecedores estupendos más parecidos a los tornillos reales que las figuras del museo de cera a su original de carne y hueso. Una vez solventado el percance que provoca otro goterón cayendo por la frente y remover Roma con Santiago entre los dueños del mismo modelo de coche, se aflojan los tornillos.

Tercer y crucial paso: la colocación del gato. Primero de todo ¿a quién se le ocurrió llamarlo gato? Mira que es bonita la definición de la RAE (Máquina compuesta de un engranaje de piñón y cremallera, con un trinquete de seguridad, que sirve para levantar grandes pesos a poca altura. También se hace con una tuerca y un husillo). ¿No se merecía otro nombre? Sea como fuere, la cuestión se centra ahora en el paso donde peligra la vida del artista ¿dónde hay que colocar el chisme levantador? Hay una koxka fácimente localizable delante de la rueda es lo que dicen expertos y libros de instrucciones. Claro, fácilmente es relativo; una integral triple se puede resolver fácilmente, si sabes cómo se resuelven integrales triples. Pero bueno, se encuentro el sitio adecuado y se levana el coche... ¡CUIDADO! ¿HAS PUESTO EL FRENO DE MANO?

Por eso, visto lo visto, esto deberían ser prácticas obligatorias, aunque bien pensado sólo imaginar el palo que podrían meter las autoescuelas por este servicio casi es preferible enfretarse al destino cuando llegue el momento.

Por cierto, la rueda me la cambió un amigo.

El cierre del post de hoy es de una obviedad terrible. Conociendo el gusto musical de quien les habla, y para rememorar los tiempos de ese gran dúo, "La Vasco-Aragonesa", que dejó huella por los karaokes y otros lugares de Bilbao en las duras noches universitarias, traemos a esta plaza a uno de los grandes que nos canta algo relacionado con el personaje felino del día: Roberto Carlos y "El gato en la oscuridad" (o "El gato que está triste y azul" para los amigos).


miércoles, 9 de noviembre de 2011

Mitos del deporte: Joe Frazier

En este mundo en que vivimos somo esclavos de modas y tendencias que suelen tener un auge pasajero para terminar por unas razones o por otras en el olvido. Eso es lo que ha sucedido con el boxeo, un deporte que siempre gozó de gran predicamento en el país de los vascos pero cuyo seguimiento ha ido a menos en los últimos años, pasando de ocupar lugar en periódicos y televisiones a estar relegado al mítico "Boxeo izarrak" de las veladas de los viernes (grandes Pedro Mari Goikoetxea y Manu Maritxalar).

Este blog no entiende de esas cosas, por lo que no quería dejar pasar por alto la muerte de uno de los grandes del deporte de las doce cuerdas como fue Joe Frazier, uno de los más grandes púgiles de todos los tiempos en la categoría de los pesados.

Como suele pasar habitualmente, Frazier perdurará en la memoria colectiva por méritos propios, pero también por poderse considerar la némesis de Mohammed Ali. Del mismo modo que en otras grandes rivalidades (Callas-Tebaldi, Lejarreta-Gorospe, Athletic-Real, ...), posicionarse a favor de uno suponía ser enemigo acérrimo del otro, y esto hacía crecer la pasión; de este modo el boxeo vivió momentos de gloria con los tres combates que disputaron estos dos mitos del cuadrilátero y que han quedado escrito con letras de oro en los anales de la historia del deporte.

Podríamos hablar largo y tendido del protagonista y podrían correr ríos de tinta a cuenta de estas peleas, pero como otros ya han hecho este trabajo mejor de lo que un servidor pudiera, déjenme recomendarles una lectura y de paso el sitio web donde se aloja (artículos espectaculares sobre temas diversos): http://bit.ly/t9telw.

En el apartado cinematográfico, el cine nos ha dejado grandes películar que han tratado de forma directa o indirecta el tema. De las más modernas, tenemos algunas que se han convertido ya en clásicos como Cinderella Man o Million Dollar Baby, y entre los clásicos imperecederos podríamos poner dos en blanco y negro: Marcado por el odio y Más dura será la caída (última película de Humphrey Bogart un año antes de su muerte).

Pero si hay una película mítica entre las míticas, seguro que a todos nos viene la misma a la cabeza: Rocky. ¿Quién no ha tarareado nunca su banda sonora o recreado la escena en que acaba su entrenamiento alzando los brazos una vez subida la escalinata de acceso al Museo de Arte de Philadelphia?



Pero bueno, si dicen que la realidad siempre supera a la ficción, en este caso se impone por nocaut (el palabro que tiene reconocida la RAE para el KO - Knock Out del inglés) y nada mejor para despedirnos que recordar esa gran pelea, la que si hubiera durado un asalto más habría terminado con un campeón y una fatalidad: Thrilla in Manila!

jueves, 27 de octubre de 2011

Annuntio vobis gaudium magnum...

Habemus inductionem.

Aunque a alguien le pueda parecer que me he vuelto loco, no se equivoquen, venía así de serie. Empleo la fórmula habitual que el cardenal protodiácono acostumbra a usar para anunciar la elección de un nuevo Sumo Pontífice tras haberse consumado la fumata blanca, porque he acogido la renovación de mi inducción estropeada como noticia gozosa.

Para un servidor, que no es un cocinero excelso ni mucho menos, pero sí que acostumbra a usar el calor de la cocina todos los días para sus pequeños placeres y momentos de relajación (preparar una tortilla, unas croquetas, una crema pastelera, ...) estar una semana sin poder hacer algo decente para cenar es motivo de cabreo.

Realmente, llegar después de una jornada dura y ponerse a preparar la cena lasai-lasai, es una alegría (aunque algunos lo ven como un castigo). Esas patatatas que se van haciendo poco a poco, con su cebolleta, chup-chup-chup, ese vuelta y vuelta una vez incorporados los huevos, esos efluvios que invaden mi cocina de dos azulejos cuadrados, ... no tienen precio. O esa bechamel que se prepara con cariño, y se da vueltas y vueltas con la varilla sabiendo que el premio van a ser unas croquetas de las de verdad (nada de porquerías congeladas). Sinceramente, a mí me cambia el humor.

Porque la cocina es cariño, sobre todo cuando se da de comer a amigos y familia. Esos es lo que nos han enseñado nuestras amatxos y amonas y es algo que hay que conservar como un tesoro preciadísimo. Por tanto, en honor a todas ellas hoy, para variar, tres clips nostálgicos y míticos de los que se pueden cantar mientras se remueve la cazuela con un cucharón:

1. Antonio Molina (el de ¡Soy minero!) interpretando "Cocinero, cocinero"


2. Un clásico de uno de los primeros programas de cocina que recuerdo, si no es el primero. "Con las manos en la masa" de Elena Santonja en un tema de Vainica Doble y nada más y nada menos que Joaquín Sabina (cuando aún tenía voz). ¡Quién no ha cantado esto alguna vez!


3. Un clásico por excelencia cuyo origen mucha gente desconoce: "El menú" de Karl Zöllner, a la que puso letra en castellano Miguel Arregui para que fuera interpretada por la Coral del Ensanche de Bilbao y posteriormente por Los Xey (que eran cinco, cantaban cuatro pero cobraban como veinte) allá por los 40. Actualmente es más conocida por la versión que hicieron Golden Apple Quartet pero respetaremos el original de ese gran grupo vasco.



On egin!

jueves, 20 de octubre de 2011

Bakea dela zueri!

Este no iba a ser el post de hoy, pero es lo que toca. En su día apareció esta referencia en el blog, y hoy toca nuevamente en circunstancia diametralmente opuesta. Allá va el último verso y el audio del tema que interpretara Mixel Labeguerie en los años 60 (cuánto ha llovido desde entonces).

Bakearen urtxoa
hemen zaite geldi
lur hau da sakratua
deitzen da Euskadi.
Zorte txar batez
joak girade aspaldi,
denak anaiak eta
bizi bi alderdi.
Gerla da berrikitan
pasa hemen gaindi.
Eskualdunen urtxoa
othoi, mintza bedi!

Errozue deneri:
Oi, eskualdunak
ez beha gau beltzari
bainan bai izarreri.
Bakea dela zueri!

martes, 18 de octubre de 2011

Tobogán anímico-musical

Los que me conocen suelen decir que tengo una canción casi para cada palabra y situación. No sé si será del todo cierto, pero dado que llevo dos días que parece que un tuerto ha decidido posar su mirada sobre un servidor, o por lo menos sobre mi estado de ánimo haremos un ejercicio de autocom-pasión-placencia.

Todo puede empezar, por ejemplo, un lunes interminable en el que el único momento de paz y felicidad que uno espera se tuerce. Para estos casos, no hay mejor tema que aquel que interpretaban Boomtown Rats: "Tell me why I don't like Mondays":



Es entonces cuando se apodera de uno la sensación de que todo le sale mal, y cabrearse como un mono consigo mismo y con el mundo. En esos momentos nada mejor que un tango que nos recuerda lo mal que va la cosa: "Cambalache". Este tango (que por cierto nunca cantó Carlitos Gardel aunque algunos en Youtube se empeñen en mentir), sobre el que ya hable en alguna otra ocasión, despotrica sobre el mundo y su evolución. Una delicia, en este caso en una versión muy particular de Serrat.



Pero bueno, como no hay mal que cien años dure (ni cuerpo que lo resista) habrá que abrir la ventana, mirar en derredor y dejar el negativismo a un lado, o al menos distraer la cabeza de alguna manera. Y con este propósito se me ocurre un último temazo, uno de mis preferidos de los grandísimos años 60. Petula Clark con "Downtown", tema que sonó en el primer capítulo de la 3ª temporada de Lost, pero que me gusta recordar por una gran película (aunque parte de la crítica la ponga verde), "Inocencia interrumpida" con unas estupendas Winona Ryder y Angelina Jolie. Dicho así, segura que no les suena, pero si le dan al play...


jueves, 13 de octubre de 2011

¡Y también dos huevos duros!

Noticia de alcance: mañana es el Día Mundial del Huevo. Cuando lo he oído esta mañana me he quedado ojiplático pero, bien pensado, con todos los "Días de ..." insustanciales que celebramos o nos hacen celebrar ya era hora de que por fin llegara uno de enjundia.

Y es que ciertamente el huevo, junto con la patata, el pan, la leche y la merluza en salsa verde, son de esas cosas que, si no existieran, habría que inventarlas (esto es lo que dijo Voltaire sobre Dios ¿no?). Los huevos pueden ir fritos, con tomate, jamón, patatas, duros, pasados por agua, escalfados, en revuelto, en tortilla, en croqueta, rellenos, a la reina, a la florentina, a la flamenca, ... Es decir, que dan bastante juego.

Fíjense si son imporantes, que han dado para escenas de cine que han pasado a la posteridad. Como muestra dos botones:

1. Paul Newman en "La leyenda del indomable" apostándose con George Kennedy (eterno secundario) a que es capaz de comerse 50 huevos duros en 1 hora.


Cool Hand Luke Part 6

2. Mi preferida. Los Hermanos Marx en "Una noche en la ópera" encargando la cena. Es justo la escena previa al famoso cuadro del camarote de los hermanos Marx. Pongo la versión original y la doblada para ver la diferencia en los chistes (esto da para otro post).




P.S. Por cierto, la próxima semana diseccionaremos "Una noche en la ópera" desde el punto de vista musical, habida cuenta de la representación de la ópera "Il Trovatore" (que constituye gran parte de la banda sonora de la película) que tendrá lugar los próximos 22 y 23 de octubre dentro de la tempora organizada por la Asociación Lírica Luis Mariano de Irun.

martes, 11 de octubre de 2011

Volver

Un año ha pasado desde el último post, y desde entonces he tenido este rincón de mis pensamientos dejado de la mano de Dios (¡qué expresión tan arcaica en los tiempos que corren!). No ha sido porque no hayan pasado por mi mente ideas que podían haber llenado unas cuantas entradas, pero por unas cosas o por otras...

Sin embargo, aquí estamos, no sé si decir que con fuerzas renovadas, pero sí con necesidad de ordenar muchas ideas, la mayoría de ellas de poco valor, por lo que en lo sucesivo esperemos que este txoko de pasadizos, pseudointelectualidad y fritos variados recupere el esplendor de antaño.

Aunque no me ha costado 20 años como a Gardel, no encuentro tema más apropiado para este retorno.