jueves, 14 de mayo de 2009

Athletic beti zurekin

Todo pasa y todo queda decía Machado en sus Cantares. Y este 13 de mayo ha pasado, y nos ha dejado sumidos en un valle de lágrimas con sabor a amarga derrota. Sin embargo, no me arrepiento de haberme ilusionado, ni de haber lucido una sonrisa bobalicona mientras recorría con el corazón encogido los pasillos del curro, ni de haberme dejado unos cuantos euros en prensa intentando capturar estos momentos históricos, ni de haberme hecho 90 kilómetros bajo un bonito aguacero primaveral para estar en el lugar que me correspondía, ni de haber desempolvado banderas, bufandas y gorros de lana, pañuelos,…, ni de haber puesto a grabar el partido en la tele y en tres emisoras de radio distintas.


Y del mismo modo que yo no me arrepiento tampoco debe hacerlo la afición del Athletic de haber sido exagerado hasta el extremo. Nadie debe arrepentirse si todo esto al final lo que deja es una derrota, siempre dolorosa, en una batalla, pero si supone el inicio de la Reconquista de los corazones de niños y mayores, si hacemos que desaparezcan de las plazas de nuestros pueblos las camisetas de las rutilantes estrellas de equipos ajenos, si los jugadores presentes y futuros vuelven a sentir que el Athletic representa algo más que una oportunidad de engordar sus bolsillos con unos sueldos sobrevalorados, representa el sentimiento de un pueblo.


Vienen días duros, unas cuántas noches de soñar con que ganamos la Copa y despertarnos enrabietados viendo que no era más que un sueño, días de cachondeo de algunos de los de alrededor. Pero estos días pasarán y volveremos a crear una nueva ilusión, la que nos llevará a la siguiente final de Copa tal vez no el año que viene o el siguiente, pero antes de otros 25 años.

miércoles, 13 de mayo de 2009

Sueños en rojo y blanco

Ya esta aquí. Después de una interminable cuenta atrás de 70 días es el momento de ir a por la gloria y la leyenda, de olvidar todo aquello que nos hace fruncir el ceño y mostrar semblante pálido, y de remar todos dentro del mismo barco y en el mismo sentido.

Hemos vivido días de exacerbación desmedida a todas luces, pero esa es una de las grandezas del Athletic. En este barco no caben los dubitativos, los descreídos, los tibios. Hasta las diez de la noche el mundo rojiblanco debe ser el de los soñadores. A partir de las diez, sufriremos y después... lloraremos. Esperemos que sea de alegría.

Aupa Athletic!