viernes, 11 de mayo de 2007

Sentido del deber

Una de las muchas acepciones que recoge el diccionario de la Real Academia de la Lengua ha llamado mi atención en un día señalado como el de hoy: Cumplir obligaciones nacidas de respeto, gratitud u otros motivos.

Después del día festivo celebrado ayer hoy viene el día después, ese día donde se ve la concepción que cada uno tiene del deber. Para algunos no debemos merecer suficiente respeto, gratitud, ni nada que se le aproxime lo más mínimo. Puede parecer más o menos grave y no entraré en valoraciones ni juicios morales, puesto que cada uno es dueño de sus actos.

El problema es que esos que hoy no están mañana quizás vengan pidiendo (muchos exigiendo) que nosotros cumplamos con nuestro supuesto deber de atenderles a horas que no son. ¿Cuál debe ser nuestra respuesta? ¿Debemos mostrar respeto y gratitud? Seguro que lo haremos... porque el cliente siempre tiene razón.

jueves, 10 de mayo de 2007

Fin de semana de pasión

¡Qué horror! ¡Cómo nos pueden hacer sufrir tanto! La verdad es que con este Athletic, más que partidos de fútbol parece que estemos abocados a pasar por todas las estaciones de un vía crucis particular. Tenemos las catorce estaciones de rigor, en incluso seguro que somos capaces de inventarnos alguna más. Sus nombres podrían ser algunos de estos:

  • Los delanteros rápidos del equipo rival nos vuelven locos.
  • Amorebieta es expulsado por enésima vez.
  • Urzaiz ve tarjeta en un salto de poder a poder.
  • Los postes se alían con el Athletic.
  • El Athletic regala el balón durante 89 minutos.
  • ...

... Y en el 90 casi resucita de entre los aspirantes al descenso. Nos pasó en Balaídos y el domingo otra vez. Un partido que sobrepasa lo agonístico está a punto de ser puesto patas arriba en una llegada delante del portero que, es verdad que era difícil meterla, pero ¡ay caramba si llega a entrar!

Desde entonces otra semana más haciendo cuenta, eso sí, algunos las hacen desde Cádiz. La verdad, las imágenes de los leones paseando por la playa y dándose un chapuzón por aquellas tierras donde puedan sobrellevar mejor la gran presión a la que les someten aficionados y medios de comunicación, me parecieron ofensivas y casi obscenas para todos aquellos que los domingos se dejan (nos dejamos) un cachito de alma en el campo, pegados al transistor o sin querer enterarse de lo que hace su equipo hasta que acaba el partido porque ya no pueden con tanto sufrimiento y malhacer (si es que existe la palabreja). Soy el primero que está a muerte con el equipo y cualquier remedio me parece bueno si sirve para librarnos de la quema, pero esas cosas me repatean.

Y mientras tanto, sigue el baile de nombre para el año que viene. No, no hablamos de los jugadores del Bilbao Athletic que pueden subir al primer equipo, ni de posibles refuerzos externos que puedan apuntalar la plantilla, sino de baile de nombres para la poltrona. Desde que una calurosa tarde de junio (desde antes también, pero en algún punto hay que poner el hito) nos abandonase Javier Uria el club vive una zozobra institucional descorazonadora, y no tiene visos de arreglarse. ¡Ay, la erótica del poder...!