sábado, 1 de noviembre de 2008

Aterrado

Aprovechando que se está celebrando la Semana del Cine Fantástico y de Terror en San Sebastián hoy vengo a contar la última de miedo que he visto en la pequeña pantalla: se titula "Pesadilla en Pichichi Street" y trata de 40000 almas 'in situ' y miles más en la distancia a los que por una cosa o por otra no hacen más que aparecérseles fantasmas. El fantasma de la inestabilidad institucional, el fantasma del entrenador que no sabe por dónde le pega el aire, el fantasma de una defensa contemplativa, una media a la que le bailan y unos delanteros más romos que un cuchillo capado.

Los asistentes a esta película creen que es todo un mal sueño, que cuando despierten todo volverá a la situación de normalidad que nunca se debió abandonar, pero como en 'I Pagliacci' llega un momento en que resulta imposible saber si lo que está sucediendo es ficción o realidad, si los malos son tan malos o se lo hacen, si esta película tiene algún héroe que venga al rescate o si todos van a acabar muertos (de manera figurada, evidentemente).

Es una de las cosas que nunca he entendido y por eso nunca he sido seguidor del cine de terror: primero, porque pagar por sufrir es de tontos, y segundo porque soy un cagueta y por la noche sueño con todo lo que me pasa por el día. Y sin embargo ¿por qué sido enganchado al Athletic? ¡Ay! Qué herencia me han dejado mis padres.