martes, 23 de octubre de 2007

Mudanza

Dicen que en tiempos de crisis no conviene hacer mudanza, lo cual, a la vista de los acontecimientos de los últimos días nos lleva a una de las siguiente hipótesis: o todo va muy bien, como decía el hombrecito del bigote y es normal que nos movamos de sitio, o somos unos incoscientes y hemos dado un paso sin saber si había tierra firme bajo nuetros pies. Como doctores tiene la Santa Madre Eskola y donde manda capitán no manda marinero, pues ya está hecho y a lo hecho pecho (me ha quedado una frase muy cantinflera que no va a ninguna parte).

Los más allegados laboralmente saben de lo que hablo: del cambio de despacho con traslado ultrarápido incluido que hicimos el viernes de la pasada semana. Prácticamente sin preaviso, y a pesar de que en un principio se nos llenaba la boca entonando el “No nos moverán” (faltaba Chanquete), empacamos sumisamente todo los trastos que teníamos, metimos un poco de porquería en los armarios y tiramos las pruebas del delito convenientemente hechas añicos (no sé cuántos sacos se pudieron llenar de papel inservible en su mayoría, pero por momentos parecía que con lo que ahí había nos podían mandar a la cárcel para 20 años). Como documento gráfico se adjuntan algunas imágenes del antes y el después.

¿Y los nuevos aposentos? De momento le sacamos más pegas que otra cosa (hay que reconocer que somos un tanto quejicas): nos llega todo el ruido de la carretera, estamos más lejos de los becarios, la cafetera de la sala de reuniones queda apartada (y qué decir del excusado), con la nueva disposición de los ordenadores no nos vemos las caras (lo cual no es ni bueno ni malo, sino linealmente dependiente de las ganas de levantar el país que se tengan en cada momento). Hasta nos han dejado espacio libre para una posible ampliación de negocio. Los únicos contentos parecen ser aquellos que han quedado solos donde antes estábamos nosotros, pero que no se preocupen que nuestra sombra es alargada (casi tiene hasta tres dimensiones, como los osciloscopios con eje Z).

Bueno, está claro que estoy desvaríando. Será por la excelencia del fin de semana deportivo. Pero de eso hablaremos mañana.

Txintxo izan eta konten bizi.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No tardeis en convertirlo de nuevo en un "TUGURIO", os qeda mucho más familiar y pareceis mil veces más profesionales

Anónimo dijo...

Beinga, dejad un poco mas tranquilos a los becarios que son los que os hacen el trabajo sucio y ademas curran demasiau para lo que se les paga