miércoles, 12 de septiembre de 2007

Palabrotas y burocracia

Entender un contrato de trabajo me ha parecido siempre una cosa tremenda. Hace unos días en una reunión asistí al mayor desparrame dialéctico de toda mi vida sobre esos temas. En un infinitesimal de tiempo pasaron ante mis ojos palabros como base imputable, líquido, devengo, EPSV, ... ¡Madre del amor hermoso! Pero bueno, todo sea por una buena causa.

A los dos días tuve otro de esos momentazos que nos regala la vida, que es pasar por una oficina de la Administración Pública. Me sentí como Asterix a la hora de superar “las doce pruebas”.

Ventanilla de Información: Buenos días, ¿qué desea?
Servidor de Vds: Me encuentro en esta situación y vengo a hacer los trámite tal y cual.
V: Muy bien. Debe usted pasar primero por el mostrador de desempleo, luego por el de prestaciones y luego por el de capitalización. Para cada uno de ellos debe coger un ticket diferente y esperar su turno.

Cada mostrador una aventura, en uno te das cuenta de que saben hasta si te levantas apoyando primero el pie izquierdo o en el derecho, en otro te hacen rellenar un papel igual a otro que ya llevar cumplimentado, en otro el funcionario de turno te habla en inglés a ratos y canturrea (odio la gente que canturrea cuando trabaja), una te mira con cara de que le debes dinero, ... ¡HORROR!

Como diría el hombre que susurraba a las placas: ¿Por qué es todo tan complicado?

No hay comentarios: