lunes, 11 de agosto de 2008

Zuekin... Oskorri taldea!

Cuando treinta y siete años después de salir al tablado por primera vez se es capaz todavía de contentar a un público de edades muy diversas, eso deja a las claras que con momentos de mayor y menor acierto, hay una propuesta que ha calado hondo en el sentir popular. Así es Oskorri, un conjunto en el que sólo sobreviven Natxo de Felipe y Anton Latxa desde sus inicios, y que el viernes pasado recalo en Irun como prolegómeno de la Irungo Euskal Jira 2008 con su espectáculo Banda Band.

Oskorri demuestra que sigue gozando de buena salud y fiel a su inconfundible sonido (que aunque haya variado algo en los últimos tiempo incidiendo un poco más en la percusión, sigue siendo en su base el mismo de siempre) en un recorrido por temas de ayer y de hoy.

Los temas de hoy, siempre convenientemente explicados por medio del verbo fluido de Natxo son bonitos, con letras cuidadas tanto de poetas antiguos como contemporáneos, y las canciones de hace tiempo son las mismas que fueron entonces pero que con un retoque aquí y un arreglo allá vuelven a parecer diferentes. Temas agraciadísimos como Emazurtz (primera canción del primer LP “Gabriel Arestiren oroimenez”), Forjarien kanta, Negu minean o Arin bero se intercalan con pot-pourris humorísticos, canciones para niños y sonidos más serios hasta llegar al ineludible Furra-furra. La mayoría de los números son protagonizados por el líder de la banda, pero, sin embargo, las canciones interpretadas por Antón Latxa tienen un sabor especial: aunque con bastante menos voz que antaño su voz grave pero suficientemente cálida infiere un carácter especial a sus interpretaciones.

Y si algo tiene de especial esta nueva remesa de conciertos es el acompañamiento con banda de música que forma parte del cartel. En eso también Oskorri se desmarca de sus antecesores que acompañados de conjuntos sinfónicos parecían más formales, mientras que ellos prefieren algo que esté más al pie de la calle. La Banda de Irun, que ya les había acompañado el año pasado con ocasión de la Semana Grande donostiarra, cumple de sobra bajo la batuta del enérgico pero a su vez detallista Iñaki Gurrutxaga Azpiazu. No sé como habrán sido los conciertos con bandas de otros lugares, pero a pesar de que la toma de sonido en directo pudiera parecer en algún momento deficiente, me gustó más la interpretación de los temas que en el disco oficial que publicó Oskorri con la Banda de Bilbao. Supongo que se deberá a un pequeño ramalazo de chauvinismo irunés.

En definitiva, muy buen concierto (el único pero podría se la duración del mismo, que es bastante menor a la que nos tiene acostumbrados Oskorri, pero se ciñen estrictamente a las partituras arregladas para banda) con aforo completo cercano al millar de personas (como le gustan al personal los conciertos que son de balde) y ganas de más (yo los he visto cinco veces y espero a que llegue la siguiente).

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