martes, 24 de julio de 2007

Despedida y cierre... de curso

Julio llega a su fin y con él también se acerca la hora de echar la persiana y uno, que le da muchas vueltas a las cosas –demasiadas tal vez-, necesita hacer balance.

El año ha sido largo, intenso y multicolor, con tiempo para hacer transparencias en diversos idiomas (unas más infumables que otras, y probablemente algunas de ellas ininteligibles), pero seguro que para el año que viene las volveremos a cambiar (¿de qué sirve empezar el curso con todo preparado y ordenado? Vivir en tiempo real le da cierto encanto a las cosas, dicen). Hemos hablado de lo que sabíamos poco y de lo que sabíamos menos, hemos predicado en el desierto día sí y día también, pero bueno, como decía la parábola del sembrador: “Salió un sembrador a sembrar, y al sembrar una parte cayó a lo largo del camino. Vinieron las aves, y se la comieron”.

Ha habido tiempo para reír (aunque me parece que mi sentido del humor es compartido por los menos) y para llorar, para contar chistes y para vociferar cabreado como un mono pero, a pesar de todo ello, hemos conseguido que amanezca a diario.

A la hora de cerrar el chiringuito es también momento de pedir perdón y dar gracias: a los que me han soportado, a los han aguantado mi mala leche (sobre todo cuando tengo hambre, que es casi siempre), socarronería (algunos cambian la primera ‘r’ por una ‘b’), canturreos varios (no lo puedo evitar, canto incluso en el puesto de trabajo); gracias a todos los que cuando ha amanecido nublado y amenazaba tormenta me han ayudado a capear el temporal y me han alegrado el día; gracias a los que en momentos de desazón y desesperanza me han dado razones para seguir creyendo en el ser humano; gracias a los que confían en mí (si es que todavía queda alguien) y en mi buen juicio; bueno, y gracias a la virgen de Aranzazu (que si no la mento, se me enfada la amona).

Perdón a los que he aburrido, perdón también si con mis comentarios he podido ofender a alguien (desde luego, jamás ha sido mi intención) o si en alguna ocasión he tensado demasiado la cuerda. Somos jóvenes e inexpertos en muchos aspectos, lo que nos hace cometer ciertos pecados de juventud. No haré promesas electorales que no pueda cumplir, pero intentaremos mejorar.

Como se suele decir “Gaizki egindakoak (mordoxka izango ziren) barkatu; zeozertan asmatu badugu, gogoan hartu”.

Queda a vuestra entera disposición un humilde servidor

Javier Oyarzun Goyalde
Socarrón, gruñón y desafinado tenor irunés

P.S. No pueden faltar las recomendaciones del día. Ya habrá tiempo para hablar de cine y música el año que viene. La recomendación de hoy es más sencilla: sed felices si podéis, e id por la sombra cuando apriete el sol.
P.S. (y2): Quosque tandem Catilina abutare patientia nostra.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Quosque tandem abutere, MGEP, patientia nostra?


¿Hasta cuando, MGEP, vas a abusar de nuestra paciencia?

Anónimo dijo...

¡¡Cada día, cuando veía que había amanecido, me preguntaba quién había sido el que lo había conseguido!!

¡¡JAVI TE QUEREMOS!!