martes, 29 de mayo de 2007

Athleticzales al borde de un ataque de nervios

Pocas cosas quedarán que no se hayan dicho de lo que pasó el domingo por la tarde (y no hablo de la jornada electoral, que ya tuvimos bastante con los macroprogramas de ETB) pero ha pasado una mañana, ha pasado una tarde y todavía estoy con los pelos de punta.

Alguna vez tenía que salir algo medio bien. Y salió. Llamémoslo intercesión divina (de la Amatxu de Begoña, de San Mamés o de la Virgen de los Desamparados), llamémoslo factor C (de casta, coraje y cajones), llamémoslo flor, nata, chamba, potra o casualidad, pero al igual que en la jornada 36 del año pasado contra el Zaragoza San Mamés vivió un momento mágico, un momento que los que hemos vivido uno de estos (como a mí me paso contra los maños hace un año) guardamos en un cachito de nuestra memoria.

Falta. Una de tantas que le hacen a Urzaiz y de las que pocas se pitan. Yeste no las está poniendo muy bien, pero el peligro es latente y los defensas lo saben. A uno de ellos se le va la mano... a la camiseta de Aduriz. Como San Pedro: una, dos y hasta tres veces me agarrarás antes de que el árbitro pite penalti. Y el gallo canta y el árbitro pita. El señor de la radio (gracias Marconi, por ese invento que pocos podrán superar) grita: ‘¡Penalti, penalti, penalti, penalti!’

La pena máxima ha supuesto en los últimos tiempos una gran pena para los seguidores rojiblancos, pero la suerte tiene que cambiar. Lo va a tirar Isma: ¡Qué pachorra! ¡Qué tranquilidad! Lo de ahí en adelante lo conocemos todos. Ya dijo Churchill (que no fumaba Winston, sino puros) aquello del ‘Sangre, sudor y lágrimas’.

Los resultados acompañan. Lástima que el Celta gane de penalti injusto y en el último minuto (si eso lo pitan en La Catedral el vizconde Brundete y su secuaces arman la de Dios es Cristo). Tocará sufrir, pero sufriremos con esperanza y dependiendo de nosotros mismos.

Y aviso a navegantes, si por un casual este año el Athletic se salva y no cambian las cosas el año que viene las volverá a pasar canutas, y no estarán los tres descendidos de esta temporada para salvalrde la papeleta.

PS: Aunque los que me conocen, saben de mis preferencias futbolísticas, no puedo dejar de acordarme de algunas gentes de bien que sé que ayer anduvieron por la capital del Viejo Reyno y tuvieron que volver como alma en pena. Irrenconciliables en lo deportivo, pero ¡ánimo Nerea, que sois mucho más que las patatas y los que las siembran! Gora gu ta gutarrak!

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