sábado, 2 de junio de 2007

Crónica de una muerte anunciada

Hora de la muerte,19:53. Suena frívolo, pero es lo que le pide a uno el cuerpo. Nos han intentado vender una moto durante el último mes, pero al final se ha impuesto la cruda realidad.

Un club histórico, el primer club vasco en conseguir la Copa de Europa, un club caído en el olvido, descabezado, con problemas económicos, abandonado por los propios y, por supuesto, por los extraños, por todos aquellos ventajistas que sólo se arrimaron a este sol cuando aún daba calor.

Lo siento, mi alma rezuma amargura, pero el mundo no se acaba aquí. El balonmano, al igual que el fútbol, deben liderar el deporte irunés: el balonmano de Irún y el fútbol de Irún.

Yo tenía ochos años (alguna vez fui niño) y allí estaba, en ese recién inaugurado Artaleku, esperando como otros tantos aquel milagro que fue la victoria contra el Tecnisán de Alicante (mítico equipo de la época) y el empate del Barcelona en Madrid. Fue el primero de una serie de recuerdos imborrables, de momentos gloriosos y de desazón (como el día que nos quedamos en 7 en el Grugahalle de Essen). Ésta es otra fecha que quedará anotada en la memoria de los aficionados bidasotarras. Esperemos que haya otras muchas más.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ba, beti negarrez. Beste batzuk urte baten buruan Reala, Bruesa, Bidasoa eta Koxtape ikusi ditugu jaisten... el que no se consuela es porque no quiere.

Eneritz "Daimiel" Ugalde